Por Sandra Catalán
La Biblia de la fantasía. El
clásico entre los clásicos. Poco hay ya que añadir a esta novela que está entre las diez más vendidas y leídas de nuestra historia. Fantasía
en estado puro, pero madura, profunda, con elaboradas reflexiones que
abordan las grandes cuestiones como telón de fondo. J.R.R Tolkien pasó su
vida creando este mundo, y llegó a afirmar en su día que no le gustaría
que su obra se convirtiese en un algo tan popular que generase club de aficio
nados. Su voluntad se cumplió pues no es un simple y reducido club lo que generó la veneración por el mundo de Arda. Igual para eso no debería haber escrito algo tan poderosamente bueno creando así las bases del género.
Si bien tal vez, las obras
fantásticas más conocidas en la actualidad son El Señor de los Anillos o Harry
Potter, hay muchas otras sagas que merecen un lugar destacado entre las mejores
y que se han convertido en clásicos de la literatura. Te acercamos las 25
mejores sagas de los últimos 100 años:
nados. Su voluntad se cumplió pues no es un simple y reducido club lo que generó la veneración por el mundo de Arda. Igual para eso no debería haber escrito algo tan poderosamente bueno creando así las bases del género.
¿Y de qué va? Muy resumidamente: la
novela relata el viaje de, Frodo Bolsón, un afable Hobbit que tiene que
destruir el Anillo Único, que es la principal fuente de poder de Sauron, el
señor oscuro. Por el camino se encontrará con diferentes razas y personajes que
le ayudarán en su misión y en la guerra que provocará el enemigo para recuperar
tan preciado tesoro.
Que sea el mismo autor y el
antecedente a El Señor de los Anillos no debe engañarnos. Es el mismo mundo
pero un formato diferente. J.R.R. Tolkien se estrenó en la fantasía con esta
novela para niños que relata el viaje de un grupo de enanos y un hobbit. Los
aventureros quieren recuperar un viejo tesoro que les pertenece por derecho
pero tendrán que lidiar con el dragón Smaug y diferentes personajes.
Mucho más ligero y corto que el
Señor de los Anillos pero igual de apasionante. Esta novela también fijó
precedente en la fantasía y, dado su gran éxito internacional en popularidad y
fama, merece un puesto alto en la lista.
3 – Las Crónicas de Narnia (1950
– 1956)
La heptalogía de C.S Lewis relata
las aventuras en Narnia, tierra creada por el león Aslan y poblada por animales
parlantes y otras criaturas mitológicas que se ven envueltas en la eterna lucha
entre el bien y el mal. Este mundo es visitado por cuatro jóvenes hermanos que
acceden a él a través de un armario mágico que está oculto en una casa en
la que están refugiados durante los bombardeos nazis en Londres durante la Segunda Guerra
mundial.
Juvenil, ligera y, como era de
esperar en un profesor amigo de Tolkien, llena de referencias mitológicas.
Es también una de las novelas más vendidas, leídas y reconocidas.
4 – Harry Potter (1997 – 2008)
J.K. Rowling desató una fiebre
mundial en la que la fantasía juvenil estaba al orden del día. (De hecho aún
sigue) La saga cuenta cómo Harry Potter, que malvive durante años tras ser
adoptado por sus amargados tíos, descubre que es mago y que existe un
mundo oculto donde la magia es lo normal. Eso sí, ahí también hay enemigos
como Voldemort que sólo puede ser derrotado por el joven protagonista. A
lo largo de siete libros conocemos una escuela de magia, el desarrollo de los
personajes, los peligros que ese mundo conlleva y misterios que poco a
poco se van resolviendo.
El primer libro, Harry Potter y la Piedra filosofal, es para
niños, pero eso no debe asustarnos pues a partir del tercero, Harry Potter y el
prisionero de Azkaban, existe una notable evolución hacia una literatura más
larga, profunda y madura. Es sin duda uno de las novelas más repercusión
dentro del género.
G.R.R. Martin dio un vuelco a la
fantasía con esta hepatología que narra los eventos sucedidos en los Siete
Reinos. Diferentes familias se disputan en Trono de Hierro y para ello, los
personajes que componen estas casas, se verán sometidos a conflictos que no
siempre podrán superar. En este crudo mundo de fantasía medieval los héroes no
están a salvo. Pueden morir en cualquier momento. Pero los malos también. El
autor logra mantener la tensión en cada capítulo, no sólo por su fama de
matarife, sino por su maestría a la hora de relatar siempre desde el punto de
vista de diferentes personajes que a menudo acaban interrelacionándose.
Hay violencia, tramas palaciegas,
sexo, personajes carismáticos… muchos reclamos que la HBO supo apreciar para crear
la famosa serie Juego de Tronos. De ahí que el éxito de la saga se
multiplicase. Eso sí, no sabemos cuándo acabará pues al autor aún le quedan por
escribir dos libros más. Y se toma su tiempo.
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